Publicado en 1º Bachillerato, 2º Bachillerato, 4º ESO

Procrastinación, no dejes para mañana…

La procrastinación es el hábito de “dejar para mañana” actividades o situaciones que deben realizarse, para dedicarse a otras más triviales y agradables. Es decir, dar muchas vueltas para hacer algo, preocuparse reiteradamente pero sin hacer nada, no aprovechar el tiempo o dedicarlo a tareas imprevistas o innecesarias. Todos procrastinamos en algún momento, pero cuando este comportamiento se convierte en hábito, genera sentimientos de culpa, pereza, ineptitud, ansiedad, problemas de autorregulación y, finalmente, de autoestima. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de procrastinación en los que quizás te veas reflejado.

1

  1. ¿Te engañas a ti mismo creyendo que un rendimiento académico bajo, por debajo de tus posibilidades, es aceptable?

Por ejemplo, diciéndote que una nota media de Aprobado te permitirá acceder a las opciones de trabajo que deseas, puede restarte posibilidades de elegir en tu vida lo que realmente deseas y quieres.

  1. ¿Te engañas sustituyendo una actividad importante por otra?

Por ejemplo, limpiar tu piso o tu cuarto en vez de estudiar para un examen o preparar un trabajo. Aunque una vivienda limpia tiene mucho valor de por sí, si sólo adquiere valor ante un examen o trabajo importante, es que estás procrastinando.

  1. ¿Crees que las demoras pequeñas y repetidas son inofensivas?

Por ejemplo, interrumpir “cinco minutos” el estudio para ver tu programa favorito, puede conducirte a perder la tarde entera y/o restarle calidad al trabajo.

  1. ¿Estás acaso repitiendo o “dramatizando” tu compromiso con una determinada actividad en lugar de ponerte a hacerla realmente?

Un buen ejemplo es ir de viaje, llevarte los libros y no abrirlos, y si no te los llevas sentirte mal; o quizás castigarte con no salir con los amigos por no haber hecho la tarea, y quedarte en casa viendo la tele. Esta es la mejor manera de mantenerse en un constante estado de improductiva disposición a trabajar.

  1. ¿Perseveras sólo en una parte del trabajo?

Por ejemplo, elaborar la portada, corregir y reescribir el párrafo introductorio, pero sin enfrentarte al desarrollo y las conclusiones del trabajo. O bien, dedicar el tiempo de estudio a pasar los apuntes a limpio.

  1. ¿Te paraliza tener que decidir entre alternativas?

 Por ejemplo, inviertes tanto tiempo en decidir entre dos posibles temas para un trabajo, que luego te queda muy poco tiempo para elaborarlo.

  1. ¿Te resistes a hacer un trabajo por no estar seguro de obtener un resultado “perfecto”?

Por ejemplo, exigirte estándares inalcanzables no hace más que desanimarte. La perfección es imposible de conseguir.

En el siguiente post, continuaremos hablando de la procrastinación, en concreto de sus causas y ofreceremos una serie de estrategias para vencerla

Un comentario sobre “Procrastinación, no dejes para mañana…

Los comentarios están cerrados.